jueves, 9 de enero de 2014

Capítulo IV de "Teoría del desarrollo capitalista", Sweezy

El proceso de producción capitalista supone la producción de mercancías, es un pre-requisito del sistema capitalista. Sweezy establece las principales diferencias entre la producción simple de mercancías y el modo de producción propio del sistema capitalista.

Primero, se establecen relaciones de cambio entre propietarios, que trabajan con sus propios medios de producción, a partir de las cuales se venden productos con el fin de adquirir otros productos y así satisfacer necesidades concretas. Este proceso comienza con mercancías que se convierten en dinero, y de ahí, en otras mercancías; esta relación tiene su razón de ser en que las mercancías que se obtienen al final del proceso son cualitativamente diferentes a las que se poseían al comienzo del mismo.

En el segundo caso, se da la existencia de un grupo reducido de propietarios de medios de producción y otro grupo más extenso de individuos que realizan el trabajo. Aquí, tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo, constituida por este último grupo, funcionan como mercancías, de este modo, el proceso se inicia con el dinero con el que se adquieren mercancías que dan como resultado un producto que es una vez más convertido en dinero, siendo éste mayor que el dinero con el que se comienza. Así, la lógica de tal procedimiento reside en hacer dinero del propio dinero, y no en satisfacer necesidades. La diferencia entre ambas cantidades de dinero es a lo que se le denomina plusvalía, el único motivo de todo este proceso.

La fuerza de trabajo es la capacidad de trabajo del obrero. En tanto que mercancía debe tener un valor, que se determina por el tiempo de trabajo necesario para la producción; en el caso de la fuerza de trabajo consiste en el tiempo necesario para la producción de los medios de su propia subsistencia, sus necesidades naturales básicas. Después de ese tiempo de producción, que contiene el valor suficiente para sufragar sus propios medios de subsistencia, el obrero continúa trabajando y por lo tanto agregando valor. Es de esa suma de la cual el capitalista obtiene la plusvalía.

Por lo tanto, la jornada de trabajo puede dividirse en dos partes: trabajo necesario y trabajo excedente; de este ultimo se apropia el capitalista en la forma de plusvalía. Así, el valor de cualquier mercancía producida puede dividirse en tres partes: el valor de los materiales y maquinaria usados, que no sufre alteración cuantitativa en su producción, el valor de la fuerza de trabajo cuya alteración de valor produce un excedente , y la tercera es la plusvalía misma. La magnitud de la tasa de la plusvalía viene determinada entonces por tres factores diferenciados: la duración de la jornada de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario, y por último la productividad. De este modo, la tasa de la plusvalía aumenta al incrementarse la jornada de trabajo, al rebajarse el salario real, al aumentar la productividad del trabajo, o bien por la combinación de estos tres factores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario