sábado, 8 de octubre de 2016

¿Por qué?


Creo que es la pregunta que más veces se hace una persona en su vida.

¿Por qué somos como somos? ¿Por qué tenemos la familia y amigos que tenemos? ¿Por qué hago una cosa en vez de hacer otra?...

Todos tenemos muchas preguntas que atraviesan nuestras vidas, sin embargo muchas veces terminamos por no responder a nuestras preguntas haciendo no solo lo que no queremos, si no lo que no nos gusta con el fin de contentar a los demás.

Seamos claros, todos hacemos cosas que no nos gustan por hacer felices a las personas que nos rodean, anteponiendo los deseos de los demás a la nuestra propia felicidad; sin pensar realmente si la persona que tú antepones, te antepondría a ti.

Sé que a lo mejor esta es una visión muy egoísta, pero si soy sincera es la visión que yo nunca he escogido. Para mi desgracia siempre decido seguir la decisión de los demás con respecto a mi vida; porque aunque parezca mentira, cuando estoy delante de personas que me importan o son de relevancia en mi vida, a la hora de expresar mi opinión me hago pequeñita y no hago que mi voz se escuche. 

Puede parecer hipócrita que escriba aquí lo que pienso y no lo diga en voz alta, pero muchas veces es más fácil hablar y contar los problemas a un extraño que no te juzgará desde el minuto uno que a las personas que te rodean que te mirarán según su visión crítica antes de que hayas hablado.

Al fin y al cabo este es un rincón donde me desahogo, así que a quien le haya venido bien mi reflexión porque esté igual que yo, me alegro mucho, y a quien no le haya gustado siento haberle hecho perder el tiempo.

Por último decir, 

¡¡¡¡HAZTE OIR!!!!


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